Mantener un buen estado de hidratación es una de las exigencias de las que no podemos prescindir si queremos responder al esfuerzo que le pedimos a nuestro organismo en los diferentes tipos de actividad.
El clima es uno de los factores que puede tener gran influencia sobre el estado de hidratación: con el sol y el calor sudamos más y, a consecuencia de ello, la pérdida de líquidos se incrementa. Debemos de tener precaución, ya que hacer ejercicio intenso en condiciones de calor y humedad puede ser difícil e incluso peligroso.
La deshidratación, o pérdida de líquidos, nos lleva de inmediato a sufrir serios desajustes de nuestras funciones y actividades corporales y, por tanto, compromete el rendimiento durante el ejercicio e incluso nuestro estado general de salud. Debes tener en cuenta que el calor no es una excusa para no realizar ejercicio, uno puede realizarlo sin ningún riesgo siempre y cuando se tomen las medidas adecuadas: mantenerse hidratados es una de las más importantes, ya que ayuda a reponer el agua perdida con el sudor y evita el cansancio y un menor rendimiento físico.
La cantidad de agua que el organismo necesita para mantenerse hidratado depende del peso, la temperatura corporal y el tipo de ejercicio que se realiza; sin embargo, a continuación te damos algunas pautas generales para el consumo de líquidos durante la actividad física:
El clima es uno de los factores que puede tener gran influencia sobre el estado de hidratación: con el sol y el calor sudamos más y, a consecuencia de ello, la pérdida de líquidos se incrementa. Debemos de tener precaución, ya que hacer ejercicio intenso en condiciones de calor y humedad puede ser difícil e incluso peligroso.
La deshidratación, o pérdida de líquidos, nos lleva de inmediato a sufrir serios desajustes de nuestras funciones y actividades corporales y, por tanto, compromete el rendimiento durante el ejercicio e incluso nuestro estado general de salud. Debes tener en cuenta que el calor no es una excusa para no realizar ejercicio, uno puede realizarlo sin ningún riesgo siempre y cuando se tomen las medidas adecuadas: mantenerse hidratados es una de las más importantes, ya que ayuda a reponer el agua perdida con el sudor y evita el cansancio y un menor rendimiento físico.
La cantidad de agua que el organismo necesita para mantenerse hidratado depende del peso, la temperatura corporal y el tipo de ejercicio que se realiza; sin embargo, a continuación te damos algunas pautas generales para el consumo de líquidos durante la actividad física:
- Antes de comenzar, entre dos y tres horas antes, hay que beber de 500 a 600 mililitros .
- Durante la actividad física debes consumir de 200 a 300 mililitros cada 15 ó 20 minutos en todo el período de actividad o el ejercicio continuo.
- Una vez concluida la actividad física es muy importante reemplazar rápidamente los líquidos perdidos dentro de las dos horas siguientes a la actividad o el ejercicio a fin de acelerar la etapa de recuperación.
Recuerda que la sed no es el mejor indicador de que nuestro cuerpo necesita hidratarse; probablemente sentimos sed cuando el cuerpo ya tiene algún grado de deshidratación. El agua es la bebida por excelencia para reponer los líquidos perdidos durante el ejercicio de menos de una hora de duración. Para ejercicios de mayor intensidad, la demanda de energía es mayor, al igual que la pérdida de líquidos y electrolitos, por lo que aquí es cuando toma mayor importancia el consumo de bebidas deportivas, las cuales ayudarán a reponer parte de tal demanda, disminuir la pérdida de líquidos y prevenir la deshidratación.
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